Estrés laboral

Nunca en la historia ha habido tanta gente sufriendo ansiedad reactiva al trabajo como hay hoy
en día. Para mi es uno de los principales problemas de la gente de entre 25 y 40 años.
Diariamente viene a consulta gente sin ningún antecedente psiquiátrico, con una buena red
familiar y social y con buen rendimiento académico que se ve desbordada por su trabajo.

Para entender esto hemos de ponernos en contexto; en su mayoría, los nacidos en los 80 y 90
hemos sido criados en un nivel de vida bastante bueno y hemos podido ver en nuestra casa que
el trabajo duro tenía una buena recompensa. La gente nacida en años anteriores que pudo
estudiar obtuvo magníficos trabajos por lo que cabía esperar que a los siguientes les pasaría lo
mismo. Creo que casi toda la gente de mi generación cuando empezó a estudiar estaba segura
que al acabar les esperaría un trabajo de 8 a 3 con un sueldazo. Esto poco tiene que ver con la
realidad. El otro día vino a consulta una paciente que trabajaba de becaria y ganaba 200 euros al
mes entrando a las 9 de la mañana y saliendo a las 10 de la noche. Casos como este son
masivos. Me llama la atención también el caso de varios pacientes que habiendo estudiado
ingenierías muy complejas se ven obligados a tener que viajar constantemente a países con
escasa seguridad y una ridícula compensación económica. Los abogados y economistas
tampoco se quedan atrás; jornadas de trabajo maratonianas que impiden conciliar vida familiar y
laboral. Y cómo no voy a hablar de mis compañeros médicos.... Tras acabar la carrera y el MIR
nos vemos en la calle y tenemos que empezar otra vez de cero viéndonos obligados a tener que
empezar con contratos temporales cuando ya rondamos la treintena.

Todo esto provoca que haya mucha gente que sienta que sus expectativas no se han cumplido y
se sientan frustrados. Qué hace el sistema? Pues se aprovecha de esto. Los jóvenes recién
salidos de la carrera están dispuestos a hacer lo que sea por lograr un buen puesto y cuanto más
se deja explotar uno más se deja el de al lado. Lo que se acaba consiguiendo es jornadas
maratonianas, sueldos bajos, exigencias muy altas y mucha competencia. Cuando uno empieza a
trabajar cree que puede con todo pero los años pasan y no se tiene el mismo aguante con 25
años que con 35 o 45. También aparecen otras responsabilidades como hipotecas, pareja, hijos,
padres que van envejeciendo... Y aquí tenemos el cóctel perfecto para que aparezca el estrés.
Pierdo la cuenta de todos los pacientes que tienen crisis de ansiedad, que se sienten frustrados,
infravalorados y por supuesto tristes.

La solución a todo esto es complicada porque pasa por cambiar el sistema y eso no podemos
hacerlo. Sin embargo, sí que podemos llevarlo mejor y eso pasa por 3 pilares importantes:


  • Valorarnos a nosotros mismos independientemente de que recibamos o no reconocimiento.Muchas veces uno se esfuerza y hace todo lo necesario en su trabajo pero no llegan los ascensos ni la subida de sueldo. Ni siquiera llega una simple felicitación. Esto es duro pero hay que entender que la vida no siempre es justa. Hace poco vino un paciente y me explicó que habían dado los ascensos en su trabajo y a él no le había tocado. Me dijo que pensaba que era injusto pero que había aprendido a aceptar estas cosas y que seguiría trabajando duro hasta que llegara su momento. Con esto no quiero decir que dejemos que se aprovechen de nosotros, lo que quiero decir es que debemos sentirnos contentos con nosotros mismos y no condicionar nuestra felicidad al reconocimiento ajeno.
  • No dejar que el trabajo sea lo único que llene tu vida. Por muchas horas que lleve tu trabajo hay que sacar horas para compartir con la gente que queremos así como para nuestras aficiones. Si en tu vida sólo hay trabajo llegará un día en que te sentirás vacío.

  • Por último pero no menos importante, aprende a decir que no y a poner límites. Si ves que algo es desproporcionado y hacerlo te va a suponer un perjuicio para tu salud mental di que no. Si no pones límites te irás quemando y pasará factura 

Finalmente decir que nunca se debe usar el alcohol ni ningún tóxico como ansiolitico. También
decir que en caso de no poder manejarlo se debe pedir ayuda, de verdad que con el tratamiento
adecuado la mejoría es rápida y el pronóstico muy favorable. Tambien recomendaros intentar
tener buen ambiente con los compañeros y no verlos como competidores.
Mucho ánimo, mucha paciencia y no olvidéis que después del trabajo llegan las vacaciones y el
descanso.

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